miércoles, 12 de marzo de 2014

Os cambios estructurais e funcionais que provoca a cocaína no cerebro favorecen a adición


A cocaína produce cambios estruturais no cerebro, reducindo o volume de determinadas áreas, e tamén funcional, afectando os procesos cognitivos e motivacionais, os cambios que animan o vicio. Afondar súa comprensión de como eses cambios e os efectos que teñen sobre o cerebro é o obxectivo do proxecto liderado polo investigador Alfonso Barros Loscertales dentro do grupo de Neuropsicoloxía e neuroimagem Funcional na Universitat Jaume I (Span) so ocorrer Financiamento do Plan Nacional sobre Drogas. 

Por medio do estudo dunha gran mostra de cocaína en abstinencia, a investigación demostrou que o uso desta droga está asociada cunha redución no volume coñecido como "striated" directamente implicado coa área de alimentación e dependencia. Pero, ademais da estrutura, o investigador Alfonso Barros Loscertales explica que as investigacións tamén mostran cambios significativos na forma en que o cerebro funciona. Usando resonancia magnética funcional, estudamos o cerebro durante a execución de dous procesos que son afectados por comer: control cognitivo e motivacionais. "O vicio se manifesta sobre todo pola busca de drogas compulsivo ea orixe é en dúas partes. Por unha banda, o efecto de drogas sobre o sistema motivacional e, en segundo lugar, os problemas que o viciado para controlar aínda para ver o que ten consecuencias negativas. " 

A investigación mostrou que, en determinadas circunstancias, a actividade cognitiva é menor en individuos dependentes de cocaína en relación a outros que non son. Para o estudo analizou o funcionamento do cerebro, mentres que a resolución de proba Stroop efecto relacionado, ten que ler unha cor escrita, superando interferencia cognitiva debería ser presentado nunha cor diferente. "Neste caso, xa vimos como os pacientes adictos mostraron unha resposta máis lenta e menos activación cerebral, o que implica unha performance malo", explica Barros.


[IMG # 18662]
En cuanto al procesamiento de los estímulos motivacionales, el estudio desarrollado por los investigadores de la UJI analizó la respuesta del cerebro ante la posibilidad de ganar dinero. En este caso, la respuesta cerebral ante la posibilidad de ganar dinero era más reducida que en las personas que eran cocainómanas, y variaba en función del tiempo que la persona había estado en tratamiento o abstinente. La reducción en la capacidad de controlar la conducta unida a la pérdida de motivación frente a otros estímulos que no sean las drogas favorece la adicción y hace más difíciles los procesos de desintoxicación.
Barrós explica que estos resultados cobran sentido cuando se suman a otros que se están realizando en este mismo campo, a pesar de que las variaciones en las muestras pueden dar resultados contradictorios entre estudios. Asimismo, un aspecto a tener en cuenta es en qué medida los cambios en el cerebro son producidos por el consumo de drogas frente a la posibilidad de que una determinada estructura y funcionamiento cerebral incremente la predisposición a tomar este tipo de sustancias.


«En cualquier caso, una mayor comprensión del modo en el que funciona el cerebro de los cocainómanos puede favorecer tratamientos más adecuados», resalta el investigador. En los últimos años, este grupo de investigadores de la UJI analizará las interacciones entre procesos cognitivos y motivacionales en consumidores de cocaína, «relacionando el control cognitivo con la posibilidad de alcanzar una recompensa, es decir, determinando cuándo se es capaz de controlarse aun pudiendo ganar algo». Para el desarrollo de las investigaciones el grupo cuenta con la colaboración de las unidades de conductas adictivas de San Agustín,  La Vall d'Uixó e Hospital de Sagunto




No hay comentarios:

Publicar un comentario